- 01 DE OCTUBRE 2024
Principales tipos de colágeno que tienes que conocer
Tipos de colágeno
Aunque suene increíble, el cuerpo humano posee más de 28 tipos identificados de colágeno, pero los más estudiados y relevantes para la salud son los tipos de colágeno de I al V (pues representan más del 90% del colágeno presente en el organismo). Cada uno de ellos se encuentra en diferentes tejidos y desempeña funciones específicas:
Colágeno tipo I
El colágeno tipo I es el más abundante en el cuerpo humano, solo este tipo de colágeno supone alrededor del 90% del total del colágeno en el organismo.
Se encuentra principalmente en la piel, donde aporta elasticidad y firmeza, en los huesos, formando parte de la matriz ósea, y en tejidos como tendones y ligamentos, proporcionando resistencia, sobre todo, al estiramiento.
Colágeno tipo II
El colágeno tipo II es el componente principal del cartílago (también conocido como tejido cartilaginoso) del cuerpo. Se encuentra en el cartílago articular, que cubre las articulaciones, proporcionando amortiguación y flexibilidad, y en el disco intervertebral, que actúa como amortiguador entre las vértebras.
Lógicamente, es crucial para el funcionamiento de tus articulaciones y también contribuye a mantener la salud de la piel, por lo que puede ayudar a aminorar la aparición de arrugas y otros detalles estéticos en la piel como la celulitis.
Colágeno tipo III
El colágeno tipo III está muy relacionado con el tipo I y suele encontrarse junto a este. Está presente en los tejidos musculares, en las paredes venosas, en paredes intestinales, en la piel y en algunas glándulas del cuerpo. Es una molécula más grande que las del colágeno tipo I y tipo II y es el segundo tipo de colágeno más importante en lo que respecta a abundancia. Tiene un rol crucial para sostener los tejidos de los órganos expandibles o elásticos.
Colágeno tipo IV
A diferencia de los tipos I, II y III, que forman fibras, el colágeno tipo IV forma láminas. Se encuentra en la membrana basal, que separa los tejidos epiteliales de los tejidos conectivos subyacentes; en los glomérulos renales, donde filtra la sangre; y en el cristalino del ojo.
Su función principal es proporcionar soporte estructural a las membranas basales, pero también tiene un rol clave en la filtración de sustancias.
Colágeno tipo V
Finalmente, el colágeno tipo V está presente en la piel, formando parte de las fibras reticulares junto al colágeno tipo III, en el hígado y en la placenta. Su función es similar al colágeno tipo III, ya que aporta elasticidad a los órganos, aunque también puede contribuir a la salud intestinal y al bienestar de la piel.
Como ves, hay muchos tipos de colágeno, y el cuerpo los requiere a todos para funcionar de manera óptima e impulsar su salud.
Lógicamente, si quieres asegurarte de que contribuyes a robustecer tu organismo, el colágeno no puede faltar. Pero no es el único nutriente que requiere tu cuerpo, también necesitarás diferentes tipos de magnesio, y otras vitaminas y minerales.
Por fortuna, hay todo tipo de alimentos y productos naturales que puedes incorporar a tu dieta para darle a tu organismo lo que necesita, como la flor de Jamaica o el matico.
Tipos de colágeno
Aunque suene increíble, el cuerpo humano posee más de 28 tipos identificados de colágeno, pero los más estudiados y relevantes para la salud son los tipos de colágeno de I al V (pues representan más del 90% del colágeno presente en el organismo). Cada uno de ellos se encuentra en diferentes tejidos y desempeña funciones específicas:
Colágeno tipo I
El colágeno tipo I es el más abundante en el cuerpo humano, solo este tipo de colágeno supone alrededor del 90% del total del colágeno en el organismo.
Se encuentra principalmente en la piel, donde aporta elasticidad y firmeza, en los huesos, formando parte de la matriz ósea, y en tejidos como tendones y ligamentos, proporcionando resistencia, sobre todo, al estiramiento.
Colágeno tipo II
El colágeno tipo II es el componente principal del cartílago (también conocido como tejido cartilaginoso) del cuerpo. Se encuentra en el cartílago articular, que cubre las articulaciones, proporcionando amortiguación y flexibilidad, y en el disco intervertebral, que actúa como amortiguador entre las vértebras.
Lógicamente, es crucial para el funcionamiento de tus articulaciones y también contribuye a mantener la salud de la piel, por lo que puede ayudar a aminorar la aparición de arrugas y otros detalles estéticos en la piel como la celulitis.
Colágeno tipo III
El colágeno tipo III está muy relacionado con el tipo I y suele encontrarse junto a este. Está presente en los tejidos musculares, en las paredes venosas, en paredes intestinales, en la piel y en algunas glándulas del cuerpo. Es una molécula más grande que las del colágeno tipo I y tipo II y es el segundo tipo de colágeno más importante en lo que respecta a abundancia. Tiene un rol crucial para sostener los tejidos de los órganos expandibles o elásticos.
Colágeno tipo IV
A diferencia de los tipos I, II y III, que forman fibras, el colágeno tipo IV forma láminas. Se encuentra en la membrana basal, que separa los tejidos epiteliales de los tejidos conectivos subyacentes; en los glomérulos renales, donde filtra la sangre; y en el cristalino del ojo.
Su función principal es proporcionar soporte estructural a las membranas basales, pero también tiene un rol clave en la filtración de sustancias.
Colágeno tipo V
Finalmente, el colágeno tipo V está presente en la piel, formando parte de las fibras reticulares junto al colágeno tipo III, en el hígado y en la placenta. Su función es similar al colágeno tipo III, ya que aporta elasticidad a los órganos, aunque también puede contribuir a la salud intestinal y al bienestar de la piel.
Como ves, hay muchos tipos de colágeno, y el cuerpo los requiere a todos para funcionar de manera óptima e impulsar su salud.
Lógicamente, si quieres asegurarte de que contribuyes a robustecer tu organismo, el colágeno no puede faltar. Pero no es el único nutriente que requiere tu cuerpo, también necesitarás diferentes tipos de magnesio, y otras vitaminas y minerales.
Por fortuna, hay todo tipo de alimentos y productos naturales que puedes incorporar a tu dieta para darle a tu organismo lo que necesita, como la flor de Jamaica o el matico.