Cuidados veraniegos para disfrutar la temporada de sol
¿Eres inviernista o veranista? Mientras unos añoran los paisajes otoñales y los días de lluvia comiendo sopaipillas, hay otros que en la época estival se llenan de energía y ganas de pasar tiempo al aire libre. Para todos es bueno considerar los consejos de los especialistas que nos ayudarán a protegernos de algunas afecciones frecuentes de la temporada de sol.
El aumento de infecciones gastrointestinales, las diarreas del viajero, los golpes de calor o los trastornos del sueño debido a las altas temperaturas, son algunos de los problemas que podemos presentar. Los efectos nocivos de la exposición excesiva al sol, las picaduras de insectos e incluso los efectos sobre nuestra alimentación, ya que con el calor tenemos menos hambre y tendemos a pasar “picoteando” por lo que podemos caer en malnutrición y bajada de defensas.
Qué dicen los expertos
Comer bien:La frutas y verduras serán nuestros aliados y qué mejor momento que el verano dónde la variedad es enorme. Hidratan y son fuente de fibra, agua, vitaminas y sales minerales.
Beber Agua:Para compensar la pérdida de agua y sales minerales por el sudor, bebamos mucha agua; el alcohol termina deshidratando y los refrescos suelen contener azúcares y sales que no nos quitan realmente la sed. Si es necesario, podemos suplementar con un complemento vitamínico.
Descansar adecuadamente: El calor puede convertirse en un gran problema a la hora de dormir. Una buena higiene del sueño, evitar comer antes de dormir y una buena ducha o baño fresquito que rebaje unos grados la temperatura de nuestro cuerpo, son medidas de gran ayuda. También existen plantas medicinales con acción relajante. La raíz de la valeriana, las hojas de melisa, pueden ayudar durante el día a mantener los nervios a raya y por la noche a conseguir un buen descanso nocturno, que es lo que permitirá levantarse descansado y en forma para afrontar el día.
Cuidar "la guatita": Como dirían las abuelitas y tiene razón, el calor hace que proliferen y se transmitan con mayor facilidad virus y bacterias que producen enfermedades gastrointestinales.
Una forma de cuidar nuestro intestino y nuestras defensas, son los alimentos y productos que contienen probióticos, que ayudan a recuperar la flora bacteriana cuando, por ejemplo, se ha sufrido un episodio diarreico, pero también ayudan en su prevención.
Protegernos del sol: Es importante evitar exponerse por largos periodos de tiempo al sol, buscar la sombra resulta natural para personas y animales y hay que hacerle caso a los instintos. Por otro lado si debemos exponernos al sol directo, es imprescindible el uso bloqueadores solares y ropa adecuada.
