La ansiedad puede incluir sentimientos de nerviosismo, preocupación excesiva, miedo, tensión muscular, sudoración, palpitaciones y otros síntomas físicos desagradables y debilitantes que interfieren en tus actividades diarias , sin embargo, aunque no lo creas, también puede ser una oportunidad para crecer y desarrollarte como persona.
Todos sufrimos ansiedad
En primer lugar hay que comprender que la ansiedad es una reacción saludable y natural del cuerpo humano a situaciones de estrés y puede ser útil en algunos casos, ya que nos ayuda a estar alerta y preparados para enfrentar momentos difíciles. Sin embargo, cuando se convierte en algo constante y abrumador, que interfiere significativamente con la vida cotidiana, se la comienza a clasificar como un trastorno. Aún en este caso, es considerada un problema de salud mental muy común en todo el mundo, que afecta a una proporción significativa de la población, independientemente del país o la región.
Por otra parte, es fundamental destacar el impacto de la pandemia de COVID-19 cuyos efectos aún están presentes. Muchas personas experimentaron una serie de factores estresantes, como el miedo a enfermarse o a perder a seres queridos, el aislamiento social y la incertidumbre económica y luego, mientras las restricciones sanitarias han disminuido, aún nos enfrentamos a nuevas fuentes de ansiedad, como la adaptación a los cambios en el trabajo y en la vida social o el temor a un rebrote.
Un Día a la Vez
La Ansiedad surge de preocupaciones sobre lo que puede suceder en un futuro y por lo tanto es un sentimiento que nos aparta de vivir en el momento presente. Por eso, puede generarnos un gran alivio enfocarnos en aquello que podemos hacer o mejorar hoy, soltando las preocupaciones sobre aquello que no.
Enfocarnos en el presente también nos permite prestar más atención a nuestro cuerpo y conectar con nuestras sensaciones y necesidades básicas, que a veces dejamos de lado cuando nos invade la Ansiedad. Detenernos y atender las señales de sueño, agotamiento, hambre o incomodidad y hacernos cargo de ello nos ayudará sin duda a sentirnos mejor.
Si bien proyectarse hacia el futuro es una práctica inherente al ser humano, cuando la ansiedad se vuelve excesiva y paralizante, enfocarse en enfrentar "un día a la vez" nos traerá la calma necesaria para seguir adelante.
¿Qué más podemos hacer?
De acuerdo a la sabiduría popular, existen algunos remedios naturales con propiedades calmantes que nos pueden ayudar a superar la ansiedad, tales como el Magnesio, Melisa, Valeriana, Paciflora y la Yerba de San Juan. En Farmacias Mapuche Makelawen contamos también con la Fórmula SOS de la Terapia Floral Chilena, hecha en base de flores chilenas (Alerce, Copihue, Canelo, Torba, Tamarugo, Algarrobo) utilizada para ayudar a salir de estados de depresión, angustia y ansiedad.
De manera complementaria, puedes experimentar con diferentes técnicas de relajación como la meditación, el yoga, la respiración profunda, el baño caliente, escuchar música relajante o simplemente hacer una pausa y desconectarte de las actividades diarias. Lo más importante es encontrar lo que funciona para ti y te ayuda a encontrar la anhelada calma.
¿Cómo podemos transformar nuestra ansiedad en una oportunidad para crecer?
La ansiedad no es necesariamente algo que debemos evitar a toda costa, podemos comenzar a verla como una señal de que algo no está bien y que necesitamos cambiar en nuestra vida. En lugar de tratar de suprimir la ansiedad, podemos intentar vivirla como una oportunidad para identificar los problemas subyacentes que la están causando. ¿Hay algo en nuestra vida que necesitamos cambiar? ¿Estamos evitando situaciones incómodas que necesitamos enfrentar?
Una vez que hemos identificado los problemas de fondo, podemos comenzar poco a poco a trabajar en ellos de manera proactiva. Por ejemplo, si la ansiedad es causada por preocupaciones financieras, podemos trabajar en un presupuesto y un plan para pagar nuestras deudas. Si la ansiedad es causada por un trabajo estresante, podemos considerar hacer un cambio de carrera o buscar formas de reducir esta fuente de tensión.
La Ansiedad como un impulso a revisar qué podemos mejorar en nuestra vida, a vivir el presente y a desarrollar nuevas habilidades y hábitos saludables, puede ser una oportunidad para crecer y transformarnos en una mejor versión de nosotros mismos.
